sábado, 2 de febrero de 2019

MiraDueros o Miradores en Mieza


A un lugar de Mieza, de cuyo nombre sí quiero acodarme, venid a contemplar este anfiteatro visto desde lo alto de Los Reventones de Mieza, el MiraDuero de la Peña la Salve. Os presento algo desconocido.

En el centro se observa el meandro del río Duero, el poblado del Salto con el convento de La Verde entre cipreses y magnolios. Al fondo, a la derecha, está el picón La Bodega en el que ha sido horadada la central de Aldeadávila. Y toda la hondonada protegida por los graderíos de estos cuatro picones, los cuatro Evangelistas, denominados así por aquellos frailes franciscanos del convento, y que son, LA BODEGA, los dos picones portugueses de la izquierda PICÁO DAS CANAVEIRAS y PICÁO DAS CARVAS y el cuarto, éste de LA PEÑA LA SALVE en Mieza, desde el que está hecha la fotografía.

Oídme, señores de la Junta de Castilla y León, quiero chantajearos con esta amplia panorámica desde el MiraDuero de La Peña la Salve, más espectacular que esa Pasarela-Espantajo en el Mirador del Fraile, para la que ustedes han aprobado 250.000 €, un desacorde infinito en esta armonía, esa balanza cajonera o rampa de lanzamiento hacia un Salto del Gitano entre España y Portugal. Y todo para sentir el shock del miedo. Muchos sentirán la contracción estomacal al vómito, al sentirse lanzados al vacío del miedo y suspendidos del vértigo en la punta de ese voladizo ferruginoso, pero pocos se compenetrarán con los ciclópeos picones del entorno.

Este proyecto con el que Junta de Castilla y León abochorna a Las Arribes está incluido en su programa de Infraestructuras Turísticas, en Áreas Naturales de la Fundación Patrimonio Natural. Pues yo protesto ante este programa, ante las Infraestructuras Turísticas, ante las Áreas Naturales, ante la Fundación Patrimonio Natural, ante el Parque Natural, ante la Reserva de la Biosfera, ante la Junta de Castilla y León. Y protesto ante el mismo Poncio Pilatos, por colocar ese Espantajo en la cima de un picón, hijo de la tierra y del Duero, erosionado siglo a siglo. Sí, 250.000 € son muchos € para un pegote.

Sin embargo no hay acceso al MiraDuero de la Peña la Salve, más espectacular y más panorámico, aunque no tenga el shock del miedo. Vengan, vengan y vean, señores de la Junta. Yo les guío, aunque estoy medio cojo. Antiguamente se accedía desde Mieza a este Mirador de La Peña la Salve, por un viejo camino de herradura por el que subían los mulos cargados con dos banastas de aceituna y detrás las mocitas de Mieza pintando colores en sus mejillas cuando subían Los Reventones. El último tramo de este camino, unos 200 metros, para ir hoy a La Peña la Salve está hecho un arroyo emboscado de zarzalones. Si alguien quiere acceder a este Mirador, tiene que hacerlo y con mucha dificultad a través una finca privada con cañizo pechado con candado y con ganado bicorne al que los turistas le son extraños.

Hace 60 años no había Miradores contemplativos, había Miraderos desde los cuales los carabineros vigilaban el contrabando por el Duero, el tío Rompealbarcas no hacía senderismo, pero trajinaba diariamente estos vericuetos por su primera necesidad vital: comer, y aluego mirar las musarañas.

Con unos 20.000 €, “ma o meno”, de los 250.000, arreglaríamos estos 200 metros del camino. Luego todos haríamos senderismo por Los Reventones dentro del Parque Reserva de la Biosfera con los pulmones hinchantes y bufantes como globos, hormigueando en Las Cañás del tío Morcajo con playeras, mochila, visera y bordón, atrochando riscos, jumbrios, zambuyos y hojaranzos, jaras, gamonas y escobas, jedigueras y torviscos. Las mozas entrarán frescachonas, pero saldrán despechugadas, pariendo morochos y cuajarones de sudores, pero limpias de toxinas y oliendo a romeros y tomillos. Y si tenéis alguna duda preguntad a los tíos Descualgabrevas, Rompealbarcas,  y Destripaterrones, miezucos que saben mucho de atrochar a trancas y barrancas. Cerca hay una cueva sin explorar aún, un viejo corral y casa de cabreros y un poco más abajo por este camino que baja zigzagueando hasta el Salto de Aldeadávila está la famosa Peña de los Cinco Culos y el Picón de las Orejinas. Magnífica ruta para drenar toxinas entre peñascos paridos por la madre naturaleza. El que quiera peces del Duero que se moje el culo.

No me revestiré del chovinismo narcisista y pueblerino ensalzando a mi pueblo por encima de otros de La Ribera, pero llamo a este estrado arribeño a la Junta de Castilla y León para que conozca los “Mira-Dueros” de Mieza, que NO los conoce. Pero pasen, señores, pasen y sigan viendo.

Code de Mieza que cuelgas sobre la sima del lecho. (Unamuno)

Esa montaña que, precipitante, ha tantos siglos que se viene abajo. (Góngora)

Este promontorio rocoso de La Code, nominado por Unamuno “el más imponente mirador de Las Arribes”, diseñó estos cuatro ventanales panorámicos abiertos a la sima del Duero, a 426 metros sobre el agua. Y son: el de Unamuno, el de la Virgen de La Code, el de la Bandera y el del Colagón del tío Paco, admirados ya por el primer explorador de Las Arribes, Unamuno.

Señores de la Junta, 250.000 €, son muchos euros para enterrarlos en un solo palomar. En Mieza están estos cuatro palomares espectaculares en La Code.

 Vista panorámica desde el Mirador de la Bandera, atalaya de La Code, con muy mal acceso. Esto sí es Reserva de la Biosfera. Silencio, quietud. El Río, ya no es río, está inmóvil, recostado como una anaconda entre ambas riberas en el vértice de la V del gran cañón. 

 Vista desde el Colagón del tío Paco. El sol, moribundo llena de sombras el cañón y embadurna con sus últimos colores el roquedo de La Code. De aquel Duero en Las Arribes, antaño atormentado, violento y tronador, o rumoroso, nos han dejado un río enmaromado y sumiso.
Si presenciáis aquí un crepúsculo quedaréis enamorados de Mieza. Si se os aparece el ángel de un almendro florido quedaréis iluminados de emoción.


Si vas muerto a Las Arribes
y en La Code te redimes,
¿Qué más quieres viajero,
que transitas por mi pueblo?

 Y desde el soberbio MiraDuero de La Peña el Águila contemplamos en estas hoces del Duero el meandro de la antigua pesquera de El Cachón, hoy sumergida 38 metros bajo las aguas. La Peña el Águila nos oculta los cuatro ventanales de La Code y el de La Peña la Salve. Al fondo el poblado del Salto. Admirad este panorama, unos 8 Km de hoces del cañón del Duero, en lo ancho, en lo profundo, en el fondo, vistos desde La Peña el Águila. Al lado está el mayor bosque de almez en la península ibérica.

Aquí el alma no se acongoja, no sufre el shock del espasmo, solaza, se ensanchan sus pulmones y se dilatan sus horizontes. Se cultiva el espíritu.

¡Venid, señores de la Junta, venid a recrear y a historiar estos seis MiraDueros en Mieza! Esto es eco-Arribes, el hogar de La Arribesía, el alma de Las Arribes. Este eco-arribismo que ha sido un secreto guardado durante siglos, está comenzando a no estar protegido de pegotes.

Su belleza es siempre nueva cada día, renace y se renueva en cada espectador, porque lo bello, más que en las cosas, está en los ojos de los que saben mirar las cosas bellas.

Señores de la Junta de Castilla y León, este intento de chantaje, ¿no merece una respuesta? Si no lo hacen es que no escuchan a su pueblo, o andan escasos de réplicas.